¿Qué es lo que queremos hacer?
Ver el interior de un huevo sin necesidad de romper la cáscara.
Materiales:
- Vaso.
- Un huevo crudo.
- Vinagre.
¿Cómo lo haremos?
Introduciremos, con cuidado, el huevo en el vaso y verteremos
vinagre hasta cubrir el huevo. Esperaremos unos días (entre dos y tres, dependiendo de la acided del vinagre) y... finalmente veremos el huevo sin cáscara, apreciando tanto su clara como la yema.
Explicación:
Se ha producido la típica reacción de un ácido (el acético) sobre el carbonato
cálcico, que constituye básicamente la estructura de la cáscara del huevo. El calcio
se deposita en el fondo en forma de sal insoluble y, además, se produce un
burbujeo de dióxido de carbono.
Llama la atención que la frágil membrana que protege al huevo sea más resistente
al ácido que la dura cáscara. Es aconsejable, aunque no imprescindible, que el
vinagre sea de vino blanco, ya que ésto nos facilitará ver la estructura
interna del huevo. También es aconsejable cambiar varias veces el vinagre
conforme se vaya enturbiando el líquido o depositando el calcio en el vaso.
Una experiencia similar puede hacerse con vinagre y con huesos de pollo: al cabo de
unos días aparecerán flexibles al haber perdido el calcio que les daba la rigidez
característica.